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...leí que morir era igual a dormir, la única diferencia es la esperanza.
Anoche francamente no quería dormir y Gaby opinaba lo contrario; recomendando un masaje de pies, y el clásico descansa que mañana platicamos, la convecí de que quería perderme en la lectura de nada, el típico libro que aborda mi mente cuando me siento un poco hasta la chingada de esta absurda tendencia a preocuparme.
Pero lo que Gabriela no pudo hacer, la lluvia y aquel sonido metálico del agua lo lograron. Y Morí.

...Seguía siendo yo con mis fantasmas y ella tan limpia como siempre, su olor era el mismo. Y ella siempre conmigo, frágil.
-Debemos de ir, y preguntarle- le dije
-Si, pero no tiene ningún sentido, ya sabemos qué necesita el niño, no?
- si, pero y si no es así... además, para eso estamos aquí
...Volteó y la reconocí, sentí algo raro... nada impresionante, sólo un poco de tristeza. Por ella, no por mi... mucho menos por el tiempo. Estoy seguro que aquello que quedó pendiente de decirnos lo murmuró, pero ya nada tenía sentido recordarlo.
Un ataque de furia me llevó a decir lo que siempre había querido y en sus ojos la misma tristeza... su respuesta y el murmullo.
-no te vayas, no me hagas eso...
-quién es ella- preguntó
-nunca lo querrás saber
-qué murmulla
-no recuerdo... pero olvídalo, tenemos que irnos
En ese momento,recordé que aún tenía esperanza.

Ya era de mañana y seguía siendo el mismo, no veo porqué no, si hasta en mis sueños soy inmutable.
Pero no recuerdo los detalles.